Águilas Doradas visitó el Polideportivo del Sur en la penúltima jornada del fútbol profesional colombiano para medirse a Envigado. Allí los dorados llegaban con la ilusión de hilar su quinta victoria consecutiva, la cuarta por liga, para mantenerse en carrera por la clasificación.

El juego en su desarrollo se mostró parejo y luchado. El elenco naranja con la permisividad del árbitro central Eder Vergara, cortó de manera constante el juego mediante faltas e infracciones, lo que no permitió el normal desarrollo del mismo. Tampoco los futbolistas envigadeños fueron sancionados disciplinariamente como correspondía.

El partido finalizó con derrota para los de Rionegro por 1-0 y con ello se esfumó la posibilidad de luchar por un cupo dentro de los ocho mejores de Colombia en este semestre.

Pero un hecho extra futbolístico empañó la jornada. Quien vela por la seguridad del plantel profesional de Envigado se robó las miradas, primero increpando e insultando a dirigentes e integrantes del cuerpo técnico dorado previo al inicio del segundo tiempo y una vez finalizado el partido y la rueda de prensa, enfrentando de manera hostil al entrenador de Águilas, Leonel Álvarez, con el uso de palabras soeces, obscenas y ofensivas.

Desde Águilas Doradas rechazamos este tipo de acciones que van en detrimento del espectáculo y no le hacen bien al fútbol colombiano. Nuestro principal objetivo es propender por el juego limpio y el crecimiento constante y sostenido del balompié nacional.