Águilas Doradas en la sexta jornada del fútbol colombiano visitó el Pascual Guerrero, para medirse al América de Cali. Ante un escenario sin público, los dorados se mostraron sólidos y con un fútbol que, por momentos, incluso con un jugador menos, fue superior al del local.
El silbato de Luis Matorel, quien perjudicó de manera notoria al elenco rionegrero, sonó a las 7:30 de la noche en la capital vallecaucana, para dar inicio al duelo entre caleños y antioqueños. Primeras de cambio y ya el equipo de Leonel se veía superior. Pero la suerte no estuvo del lado dorado y a los cinco minutos, Hayen Palacios debió ser sustituido por una lesión.
Avanzaba el compromiso y pocos minutos después, el arquero Juan David Valencia, como último recurso, toca el balón con la mano fuera de su área, cuando Deinner Quiñones se dirigía hacia el pórtico rionegrero. Roja para el guardameta y el debut profesional para Héctor Arango, surgido de las fuerzas básicas doradas.
Tras esta jugada, el rojo valluno se fue arriba y en solo 15 minutos, Águilas tenía un lesionado, el portero expulsado, un arquero debutante y desventaja en el marcador.
Esto no mermo el ímpetu de Águilas, a pesar de las desafortunadas decisiones del central y la permisividad con la que manejó la parte disciplinaria para el local, por el contrario el equipo se mostró resiliente y con buen fútbol sometió por gran parte del compromiso a un América, que incl superioridad numérica, nunca se vio dueño del partido ni de la pelota.
A pocos minutos de finalizar la primera mitad, los locales ampliaron la ventaja, con una intervención del VAR, en la cual se evidencia que en el inicio de la jugada de gol para el América, hay una falta sobre el atacante dorado Robinson Flores. El central Matorel se acerca al monitor y a pesar de observar que se presenta dicha situación antes de la anotación, no corrige la decisión y convalida el gol de manera erronea.
Para la segunda parte Leo movió el equipo y la estructura se mantuvo, además del juego intenso y de posesión que tenían los dorados. Sin embargo el silbato y todo su grupo de trabajo no mejoraron su rendimiento con respecto a las decisiones técnias y disciplinarias, yendo en detrimento evidente de la institución antioqueña y por supuesto, del espectaculo,
Intentos por doquier y fútbol bien jugado por parte de Águilas Doradas, que pese a todas las vicisitudes y de la derrota, deja grandes sensaciones por la entrega de sus jugadores, el buen juego expresado y el gran trabajo de todo el cuerpo técnico, que se ve plasmado en la cancha.