El equipo del oriente antioqueño recibió este viernes 21 de octubre a Envigado en el estadio Alberto Grisales. A las 8:10pm rodó la pecosa para darle paso a lo que sería la firma en la fiesta de los 8 para Águilas Doradas.

En los primeros 45, los dirigidos por Leonel mostraron hambre de victoria y con la superioridad en ataque y posesión, no pudieron irse en ventaja y terminaron yéndose al descanso con igualdad a cero en el marcador, gracias al protagonismo del guardameta visitante. Puerta y Pérez estuvieron a poco de cambiar la historia de la primera etapa.

Con la tranquilidad del arco en cero y la ventaja en tenencia, saldrían los Dorados en busca de los 3 puntos para el complemento. Vásquez, Rivas y Puerta intentarían una y otra vez vencer el golero visitante, hasta que al minuto 75 en una jugada que nunca dio por perdida el ingresado Yhormar Hurtado, se sentenció el cobro desde los 12 pasos, quedando en manos de Jhon Fredy Salazar la definición, que dejaría el marcador 1 a 0 con ventaja para Águilas.

Transcurrió el tiempo y nunca renunció a la posibilidad, de seguir abriendo la brecha en goles frente al rival.

Sobre las 10:10pm el juez central Escalante daría el pitido final para que la historia quedara escrita y Aguilas Doradas de Rionegro se quedara con el clásico joven de Antioquia y de una vez por todas, con el sello a finales del torneo local.

El Alberto Grisales fue testigo de como de manera hidalga y gallarda, Águilas asumió su triunfo y con total tranquilidad y paz, los naranjas masacraron su derrota.

Fútbol en paz, fue lo que se vivió en el Nido, donde el que ganó fue el balompié antioqueño y colombiano, en un ambiente familiar y de sana competencia.